Gabriel Martín, activo e histórico aperturista y miembro de la junta directiva de ASEQUIPA, nos relata la crónica de la actualización y el reequipamiento de la vía Beso Negro, en Aguille Des Glaciers, en Vignemale. Una aventura que nos rememora el espíritu aventurero y montañero de los grandes clásicos (Fuente: Mis Terrores Favoritos)
El macizo del Vignemale , el más alpino de todos sus hermanos pirenaicos es el escenario de nuestra aventura , un marco incomparable de belleza y montaña en estado puro , cuna del pireneísmo decimonónico , donde dejaron su impronta los más ilustres pioneros de este noble arte. El conde Henrry Russel , Brulle , Bacillac y de Monts, el guia Celestín Passet , así cómo Chausenque , Jean Arlaud , Ledoumer , Carré , Oliver , Los hermanos Ravier , Luquet , Despiau , Bellefón , Barrio y Belloc , sin olvidarnos de los españoles . En 1935 la 1º española al Gaube por Teogenes Diaz , Ángel Tresaco y Glez. Foliot del Peñalara. También Montaner , Vicente y más contemporáneos los vascos , catalanes , navarros , y los de Madrid que son los que nos ocupan con tres aperturas destacables Sangre Española , Ilusiones y Beso Negro a la Aguille des Glaciers. Ésta última es la ruta de la que vamos a hablar , y que hemos recorrido y enderezado en el último tercio de la pared durante algunas jornadas de escalada y trabajo de altura que paso a relatar.
Beso negro se abrió en el verano del 86 por un curtido grupo de jóvenes escaladores madrileños , en el quinteto se encontraba nuestro amigo Gabi Martín junto con Cristobal Real , Juanjo López , Javier Selva , Santiago Álvarez . En una sola jornada buscando la debilidad de la pared norte , encuentran paso entre las fisuras de entrada y los muros siguientes para buscar salida hacia la cumbre por terrenos variados de difícil protección aplomo de la cumbre hacía el espolón cimero. En el camino tan solo dejan algún clavo testimonial y dos spits en 550 m , una escalada audaz y rápida que les lleva a tener que vivaquear en la cumbre a pelo . Salir de la cumbre , más tarde contaremos más , requiere varias horas de flanqueos y terreno delicado hasta alcanzar las viras superiores y por la arista el Petit Vignemale para bajar por la normal , otra buena jornada hasta que llegas al refugio.
Pues bien , movidos sin duda por el entusiasmo y determinación de Gabi Martín , un incombustible de la escalada y el aperturismo de vías en la zona centro , gran mentor de la escalada gredense , amén de sus innumerables rutas abiertas en algunas de las paredes más emblemáticas del pirineo , ordesa , telera , Vignemale . 38 años después de la apertura de Beso Negro a la aguja de los glaciares , volvemos con el propósito primero de recorrerla pues ha debido de recibir escasas repeticiones en todo este tiempo , y segundo con la idea de restaurar en la medida de lo posible y enderezar la vía de forma directa en su tercio superior que era la idea original de los aperturistas.
La estrategia y la meteo es importante para el éxito , pues las tormentas y la necesidad de dos días de estabilidad obliga a buscar una ventana estable a veces complicada en verano en el pirineo , la aproximación a la pared y el nevero de entrada añaden un cariz todavía más autentico a semejante escenario.
Después de algún porteo cargados como mulas y algún ataque previo entre tormenta y tormenta , decidimos meternos con todo con el propósito de salir por arriba y vivaquear en cumbre . El desarrollo de escalada obliga a reabrir tramos que parece has sido modificados por 40 años de duros inviernos , el resultado redescubre una ruta lógica , de escalada atlética en algunos tramos , que busca la mejor roca posible en un vasto territorio de inestabilidad .El comienzo transita por una fisura amplia sin grandes problemas hasta llegar en el tercer largo a un primer resalte difícil al que le sigue una placa tumbada , muy bonito 6a+ , luego una travesía a derechas vertical y con ambiente 6a , nos deposita más arriba en unas buenas repisas. Después de la travesía , un precioso largo de bavaresas y placas 6a+ de roca fantástica nos deposita en el comienzo de una veta de ofita que recorre de izda. a derecha serpenteando en el vacío 6a, escalada de temple con seguros apartados . Una chimenea de esquistos de roca delicada 5+ .nos deposita en unas repisas cercanas a la vira central desde la cual afrontamos de forma directa unos muros y después placa y diedro de difícil resolución 6b. Por encima nos resta resolver un diedro grande y vertical que obliga a escalar duro 6c .La última tirada sigue una lógica de gritas y placas hasta un techito que se supera para salir por unos filos aéreos directamente a la cumbre 6a.
Las características de la Aguja de los glaciares a 2933m y su cumbre aislada del resto de cimas circundantes hacen que el descenso sea peculiar , deberemos seguir la cresta desde la cumbre a su término en 2 largos de cuerda , buscar una instalación de rapel con cordinos de bloques, éste nos deposita en un plató donde comienza otra arista en dirección a la punta Chausenque. Tenemos dos opciones : Seguir toda la arista hasta la punta Chausenque y bajar por su normal al glaciar y por el camino hacia Bayselance y Oulettes ( muy largo ) , ó buscar a base de flanqueos la difusa lógica de las viras superiores para enlazar con la arista del Petit Vignemale y bajar por su normal al collado y Ouletes (muy largo también ) . En definitiva cualquiera de las opciones nos llevará varias horas que hay que prever para salir indemnes de ésta aventura.
Gracias a Mis Terrores Favoritos.
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